La naturaleza se convierte en el fondo omnipresente y en una invitada exigente. Cada matiz de luz afecta al ambiente interior. Un soplo de aire imprevisto o el sonido de la lluvia llaman la atención.

La vivienda descansa sobre una plataforma. Con 36 metros de largo y 7 metros de ancho, se eleva sobre el suelo. Actúa como los cimientos de la vivienda, prepara el escenario y, al mismo tiempo, presenta una naturaleza impresionante. La reacción inicial del arquitecto Johnny Andersson, de Jordens Arkitekter, fue de respeto. Respeto por el paisaje, la integridad y la perfección de la expansión. ¿Qué tipo de arquitectura puede utilizar aquí? ¿Cómo se puede crear una vivienda atractiva y que proteja a los habitantes sin poner en riesgo el espacio original que ocupa? Finalmente se creó un concepto de ambivalencia: un concepto que resuena en cuerpo y alma, que consiste en agregados sutiles y la naturaleza pura, que echa un vistazo al pasado y al futuro. La vista se dirige a algo que se encuentra en el medio, al espacio entre el interior y el paisaje. En el medio se está a salvo y se puede apreciar plenamente la naturaleza ya sea con la salida o la puesta del sol.

Los sistemas de correderas Schüco facilitaron la implementación del concepto no solo funcionalmente, sino estética y sosteniblemente. Recordando, Andersson asegura "es un marco para la naturaleza, como una pintura paisajística".