Solo una estructura simple esboza la vista, un poco como un marco, lo que ayuda a determinar la escala o definir su punto de vista. La función no es visible, pero es perceptible cuando la brisa sopla en el espacio.

La arquitectura de la vivienda se ha adaptado a las exigentes condiciones del terreno: la fuerte pendiente es a la vez un desafío y una oportunidad. La interacción del paisaje y la vivienda es, por lo tanto, aún más completa que en otros proyectos de construcción. El entorno y la vivienda solo pueden existir como conjunto, no independientes. De hecho, no están destinados a hacerlo.

Los arquitectos se enfocaron claramente en el campo de visión exterior que se abre al observador. Una interacción emocionante entre el interior y el exterior. El espacio arquitectónico ofrece a los residentes un escenario espléndido que toma su fuerza del paisaje y la naturaleza que lo rodea. El volumen interior es una respuesta directa al espacio infinito más allá de las puertas correderas.