La visión se expande de una forma original, con tantos espacios habitables como sea posible fluyendo hacia el jardín. Las grandes puertas correderas y replegables cumplen con el requisito de inmediatez y cercanía a la naturaleza. La primera tarea fue la de adaptar el espacio y su entorno de forma orgánica. El sol, el terreno, el viento y el clima fueron el punto de partida a partir del cual se crearon los bocetos y, en última instancia, la vivienda.

La vivienda se sitúa en una calle de la periferia conocida por sus villas y jardines. Como resultaba imposible tener una buena visión del campo, el objetivo era construir una casa cerrada hacia la calle pero que se abriera al jardín privado. El objetivo era la conexión del interior y el exterior, por lo que la sala de estar y la cocina debían fluir hacia el jardín. El sistema de correderas de gran tamaño representa esta conexión material. Su uso es sencillo y encaja con la estética de la vivienda. El concepto arquitectónico se basa en una compleja simplicidad: es abierto pero privado. Alegre pero minimalista. Moderno pero con materiales tradicionales.

¿Cómo surgió esta idea, la visión inicial que finalmente se hizo realidad?

"Comenzamos con el sol, la tierra, el clima y el entorno, y creamos una estructura a partir de esto. Esto se convierte en un boceto. Siempre es fascinante como un boceto se convierte en una vivienda."

En Sandnes, la base la forma una vivienda de madera con algunos elementos de hormigón para posteriormente realizar ajustes orgánicos para adaptarse al espacio y el entorno.